domingo, 17 de agosto de 2014

Giros de la vida...Capítulo 15

                                          Capítulo 15




-¿Quién eres tú?

- La verdadera pregunta Helena, es ¿si tú sabes, quién eres tú?
Sigo caminando hacia donde percibo la voz, y al traspasar las puertas, la luz vuelve a cegarme un momento, la silueta ya empieza a verse más cerca y noto que solo estamos a unos cuantos pasos el uno del otro, aunque solo concibo ver el contorno, no hay rostro que identificar, pero el estar frente a esta especie de… ser, me da un paz que hace mucho no sentía.

-¿Que si se quién soy yo? Pues claro que se, soy Helena.

-Pero verdaderamente sabes ¿quién eres?

-Yo… - creo que ahora sí, estoy perdida, delirando, no se a que se refiere, se quién soy, soy Helena Adams, una chica de 22 años, que estudia abogacía , que está embarazada y que para terminar , arruino su vida enamorándose de una persona que no la ama, y ahora… no soy nadie – no, no sé quién soy. Siento como el admitirlo de una vez por todas, me quita un peso de encima.

-No te preocupes Helena, aquí estarás a salvo. Aquí ya no tendrás nada de que atemorizarte, culparte, estar triste.

-¿Me voy a quedar aquí? – no sé cómo sentirme, triste, feliz, atemorizada, no lo sé. – ¿Qué es aquí?

-¿Tu qué crees que sea aquí?

No contesto, no puedo, estoy viendo todo lo que me rodea, todo está tranquilo, en paz, así precisamente me siento yo. Tranquila y con mucha paz, no me asusta nada estar aquí. Me quiero quedar aquí.

Aquí Helena, es un lugar en donde ya no vas a preocuparte de nada ni de nadie, aquí solo estarás tú y serás lo que tú quieras. Ya no te dirán que hacer, ya nadie te lastimara, ya no lloraras más. Y si tú lo quieres puedes quedarte ahora.

-Si… me quier…

-No Helena, aun no término – me interrumpe, antes de dejarme decirle que si quiero quedarme aquí, porque algo que me dice aquí por fin me sentiré… yo..Pero la figura continua con su relato...


Si después de que te diga lo que tengo para decirte, decides quedarte, no me opondré, y serás feliz por fin. Pero si no quieres quedarte, tendrás que empezar a madurar, y buscar tu felicidad.

No puedo hablar, por primera vez desde que estoy aquí, me siento confundida.


-Si decides quedarte, debes de saber que así como ganaras cosas que tu quieres, también perderás otras...

- ok.. , estoy decidida , ya no quiero más complicaciones , así que solo veré lo bueno, porque   ahora si,  solo quiero lo mejor para mi..

-Si decides quedarte aquí, ya no veras a tus papás, que aunque tal vez no te hayas dado cuenta, siempre han querido lo mejor para ti, tus padres sufrirán, las personas que te quieren también sufrirán y tu no podrás consolarlos. Hay personas que quieren conocerte, y ayudarte y esas también sufrirán si decides abandonarlo todo. Pero sobre todo, jamás conocerás a tu bebe, esa personita que en este momento también depende de ti y de las decisiones que tomes. Si tú decides quedarte aquí… será un acto egoísta con lo demás pero la única que puede saber si es o no lo correcto eres tu, Helena...

La angustia me invade, cuándo por fin caigo en cuenta de los riesgos que correría , si optó por quedarme en este sitio...

No, no puedo perder eso, mi bebe, mis papás…La gente que amo llega a mi mente como ráfagas de viento que me golpean en la cara, escucho sus suplicas diciéndome a gritos desesperados que no los abandone atormentándome sin piedad, hasta prácticamente quitarme el aliento.

Es como si la vida , me estuviera pasando delante como un tornado que arrasa con todo lo que encuentra a su paso, sin darme tiempo a poder siquiera preguntar nada , limitándose solamente a decirme que si quiero otra oportunidad para ser feliz tengo que dejar de lamentarme, olvidarme de todo lo malo que me ha pasado , quedándome solo con aquellos recuerdos por lo cuales, alguna vez dije que valía la pena estar viva.

Pero hay aun una cosa que me da vueltas en la cabeza, ¿Alguien quiere conocerme? ¿Quien querría estar conmigo? ¿Quien?...Entonces como una diapositiva aparece su cara en mi memoria, su voz cuando me dijo...En este mundo, todo tiene solución… no hay nada que no se pueda arreglar” y su sonrisa... 

Zack... -murmuro tan bajo que no creo que nadie me haya escuchado, y en en aquel instante, me doy cuenta de que tal vez él sea la solución que me hace falta para poder olvidar a Rodrigo. Zack puede ser la persona que me ayude a curar el dolor, que el engaño de mi novio dejó en las profundidades de mi alma.. “ Si, estoy segura, Zack será quien me ayude a que esta vez la ruleta gire a mi favor..”

Con la decisión tomada y segura de ella, miro a la figura enfrente mió para contestarle..

     -Ya sé que quiero hacer....




sábado, 9 de agosto de 2014

Giros de la vida...Capítulo 14

                                                  Capítulo 14



Llegamos al hospital en tiempo récord, jamás en mi vida había conducido a semejante velocidad, un poco más y seria candidato a piloto de carreras, pero la desesperación de Rodrigo me tenía hasta el tope, tenía que llegar rápido, ya que según él, todo era su culpa sobre todo el que su novia estuviera así, se recriminaba que aquello era exclusivamente gracias a él, si no hubiese sido por sus mentiras hacia ella, no estaría en esas condiciones... y aunque tenía mucha parte de razón, reprochárselo no le serviría de nada. Así que preferí alentarlo a no encontrar culpables sino más bien lo alenté a velar por su novia y transmitirle fuerza mientras estuviera en ese estado.

Entramos a la sala de urgencias y me cuesta seguir los pasos de Rodrigo, que sale corriendo a la velocidad de un rayo. Veo como llega al lado de una mujer que está llorando desconsolada, junto a ella, hay un hombre que la abraza e intenta calmarla, aunque se le está haciendo difícil, al menos eso parece. El hombre se acerca a mi amigo en cuanto se da cuenta de su presencia, pone la mano en su hombro aunque el gesto de la cara es muy duro, está destrozado. La mujer se abraza a Rodrigo y comienza de nuevo a llorar.
Llego hasta ellos y me mantengo en silencio, supongo que son los suegros por las preguntas que hace Rodrigo totalmente alterado…

-¿Cómo está?, ¿Dónde está? , ¿Qué han dicho los médicos?, ¿Cuándo podré verla? ¡Quiero estar con ella! ¡Ella me necesita! – suelta las preguntas viendo alternadamente a los señores.

-Tranquilo chico, cálmate. — Dice su suegro, tomándolo por los hombros para que se centre y se tranquilice un poco. — Todavía le están haciendo estudios, los médicos dicen que en cuanto tengan un diagnostico certero podrán decirnos que le paso… por ahora solo queda esperar... Ahora tranquilízate muchacho, ella te necesita fuerte y si estas en ese estado no podrás ayudarla...

¡No puedo calmarme! ¡No voy a hacerlo hasta que la vea! Ella… ella… yo la necesito. – sus fuerzas se van de repente, las últimas palabras salen entrecortadas, con dolor.

Despacio me acercó a Rodrigo y poniendo una mano en su hombro lo convenzo de que se serene... Aunque su expresión revela que está luchando contra sus propios demonios para no salir corriendo a buscarla.

No sentamos los 4 en sala de espera, aquel sitio gris, frío, inhóspito, con unas sillas que son un potro de tortura, donde el paso del tiempo dejará de tener sentido alguno, las horas pasan sin que podamos hacer un uso interesante de ellas y si la espera se prolonga mucho acabaremos agotados pero con alivio o en su defecto con llanto incontrolado.

El tiempo pasa lento, o no pasa como debería. Rodrigo ha pasado casi todo el rato dando vueltas de un lado a otro, sentándose, parándose, preguntándole a toda enfermera que se le cruzaba si sabía algo de su novia, pero todas las respuestas eran lo contrario a lo que él quería escuchar...

-En un momento más vendrá el médico para darle información, por ahora le siguen haciendo estudios...

Esa respuesta lo desesperaba aún más de lo que ya estaba, la verdad podría decir que se notaba que estaba arrepentido de todo lo que hizo y la frustración de no poder decírselo a ella lo lastimaba hasta lo más hondo de su ser y me lo confirma cuando casi en un susurro me dice... :

- ¿Te das cuenta Zack?...“ La aparte de mi lado de la forma más cruel que pude y ahora que ella esta luchando por su vida es que me doy cuenta de cuanto la necesito”


*Helena*

Un nuevo mareo viene de repente acompañado de un dolor punzante en la cabeza, la habitación se mueve como si estuviera temblando el dolor cada vez es más fuerte que me obliga a cerrar los ojos, pero el dolor no se va...
Abro los ojos y la luz me ciega unos instantes, todo es blanco. La cabeza ya no me duele, el mareo desapareció también, tocó mi vientre instintivamente pero no siento nada, eso me desconcierta, pero en ese momento, me doy cuenta que también yo voy vestida de blanco, no el blanco habitual de hospitales, no, este blanco es diferente como si iluminara. Ya no hay dolor, ya no hay tristeza, solo paz y... silencio. Me levanto de la cama y doy unos pasos, la intravenosa en el brazo que tenía también desapareció…

-¿Que pasó?,  ¿En donde estoy?

-Helena…. Helena – una voz me hace detener de repente, y después de nuevo mi nombre es dicho. – Helena… Helena.

Sigo caminando en busca de esa voz que me llama a los lejos, su tono es tan cálido que me tranquiliza, camino y camino hasta que por fin me choco con una especie de puerta también blanca, está cerrada, pero sin darme tiempo a nada, está se abre como si quien quiera que esté del otro lado ya supiera que era yo, entro y a unos metros veo a una persona de pie vestida como yo, que me dice...



-bienvenida helena, te estaba esperando...